viernes, 20 de septiembre de 2013

EL COLLAGE DE KURT SCHWITTERS



“La Gran Guerra ha terminado, en cierto modo el mundo está en ruinas, así pues, recojo sus fragmentos, construyo una nueva realidad”.

Esta frase de Schwitters, que aparece en la ficha que dedica al artista el Museo Thyssen en Madrid, da una clave importante para llegar a conocer sus collages. 

Están llenos de objetos usados y tirados, de fragmentos de objetos, de recuerdos…es su mirada la que otorga a cada uno de los materiales encontrados la condición necesaria (¿de belleza? ¿de arte? ¿dadá?) para ser parte del collage.

Un billete de autobús, un sello postal, una carta, una tarjeta de invitación, una fecha, restos de etiquetas, noticias impresas, fragmentos de retratos fotografiados, ruedas metálicas de mecanismos, alternan con papeles de estraza, coloreados, cartones, trazos de carboncillo, su firma.


Su combinación parece casual, lo que acentúa la ambigüedad de su uso.

La importancia del significado que puedan tener cede ante su condición de objeto.

Si en el collage cubista las frases, fragmentos de palabras y recortes de periódicos, remiten a un nivel de significación que une lo representado en el cuadro con lo que sucede en el mundo en ese momento o con un mensaje que se quisiera transmitir de forma indirecta, en estos otros el empleo del texto es arbitrario. En algún caso se subrayan los elementos de una cultura que está en guerra (“these are the things we are fighting for”), en otros, la fuerza plástica con la que se introduce supera su capacidad narrativa: es texto en sellos de correos, en restos de tickets de taxi, en billetes de autobús o en entradas, que funciona parcialmente como anclaje en el tiempo o el espacio a través de fechas impresas, recorridos o direcciones.

No se trata de recomponer ninguna figura, ninguna situación, ningún recuerdo. La cualidad que se destaca en cada uno de los materiales los rescata del olvido o el abandono. La textura, la factura y la forma de los fragmentos y materiales empleados junto con el mecanismo o el proceso de unión entre ellos hace que entren en resonancia y creen una nueva realidad objetiva: de objetos en relación que se ofrecen al margen de la mirada inicial que les otorgó un valor.


Álvaro Moreno

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