lunes, 8 de noviembre de 2010

CORRECCIÓN PÚBLICA EJERCICIO 2


(para ver la galería de imágenes de la sesión hacer click en la foto)

La corrección pública del ejercicio "forma y textura", por parte del director del curso  Ignacio Vicens, permitió a los alumnos del Taller Experimental obtener una visión del conjunto de los trabajos y reflexionar sobre la investigación   realizada en cada pieza.

El enunciado del ejercicio proponía  elaborar un encofrado en una caja de 21x30x5cm. Las condiciones iniciales eran idénticas para todos los alumnos. La elección libre del material de encofrado y la exploración personal de cada alumno sobre la materia, su textura y forma, han dado lugar a un elenco que ahonda sobre las posibilidades expresivas del hormigón visto como material de construcción.

Entre las piezas  surgen las que han buscado un ritmo o patrón en su textura, a veces con vibraciones mínimas en su superficie, como la de Cristina Gisbert.

Fue interesante todo el proceso del ejercicio de Patricia Gude Stokes que introdujo el concepto del azar en la investigación. Su trabajo partía de una visión cercana de una maraña de césped. El encofrado elaborado con cañas, plásticos y grapas transcribía ese ordenado desorden de la imagen original. La textura no se limitaba a la cara superior de la pieza sino que se extendía a las caras laterales como si la textura fuese parte de la propia materia.

En otro grupo se podrían catalogar aquellos en los que el encofrado se generó a través de una acción en un molde. Entre elllas destaca la de Sergio López Martín que con una única operación de clavar, con distinta intensidad y repetidas veces, un único lápiz en un bloque de arcilla,  obtuvo una pieza  final en el que textura y forma se fundían en una única factura.

Se dieron ejemplos de encofrados de piezas de madera  cuyo trabajo formal partía de la disposición de los propios elementos. Destaca por su sutileza el de Eduardo Navarro quien combinó durante la elaboración del encofrado poliestireno y madera para articular las distintas texturas y despieces del hormigón . Fue muy expresivo el resultado de Ara González Cabrera  que elaboró un encofrado de piezas apiladas  de distinto grosor, dispuestas libremente, que proponían una investigación sobre el espacio intersticial; la consecuencia de ello fue una pieza que adquiría su máxima expresividad cuando la luz potenciaba el carácter pétreo del hormigón  y las sombras arrojadas reforzaban su componente volumétrico, tomando la apariencia  de un paisaje arquitectónico.

Varios ejercicios trabajaron sobre la generación de un encofrado a través del pliegue de un material. Algunos rigidizaron telas para transformar los pliegues de la caída natural del tejido. Salvador Chulián fabricó un  encofrado de geometría compleja con los dobleces realizados sobre un único plástico rígido.

Hubo ejercicios que trabajaron con la forma dibujada. Desde los que transmitieron la forma por impresión sobre el encofrado de un objeto conocido-como el collage de herramientas de Marina de Arana- hasta los que la elaboraron manualmente. Imanol Cilla consiguió un excelente resultado en el que abstracción geométrica y  la figuración, a través del molde de su propia mano, convivían en una única pieza.

El ejercicio de Guillermo Mercado supuso un ensayó sobre el hormigón horadado. Elaboró un complicado y ligero encofrado de hierros y arcilla en el que sólo sobrevivirían en el bloque final los elementos metálicos que atravesarían los vacíos de hormigón. Fue el más cercano de todos ellos a una operación espacial compleja, que huía del tratamiento superficial de la pieza para investigar sobre la ausencia de la materia. 

Durante todo el proceso se hizo hincapié en el hecho de que el trabajo debía tener un fuerte componente experimental. En ese sentido hay que valorar todos aquellos que arriesgaron en la elección del propio material de encofrado y obtuvieron resultados inesperados que pueden dar lugar a futuras investigaciones: la impresión de la tinta de papel de periódico en  el hormigón en el caso de Javier Ferrer o la inclusión  accidental de objetos dentro de la pieza final en diversos ejercicios.

5 comentarios:

  1. “En este trabajo de realizar un encofrado y crear una pieza de hormigón, he tenido la oportunidad de trabajar y experimentar con un material totalmente nuevo para mí, el hormigón.
    Nunca antes había creado un encofrado, ni diseñado su interior, en el que constantemente tenía que idear y trabajar sobre el 'negativo' de mi diseño. A través de este trabajo he podido experimentar las relaciones entre la masa, la materia y los espacios que yo iba creando en ella. Además he desarrollado mi capacidad de abstracción sacando la esencia de lo que no se ve en los objetos y elementos más cotidianos. A partir de una imagen, aparentemente sencilla y su abstracción hemos desarrollado un proyecto cada vez más complejo que nos ha dado la oportunidad de tomar nuestro primer contacto con la materia y el espacio arquitectónico. En un primer momento trataba de representar en mi pieza ese caos ordenado que encontré en mi trabajo de abstracción, trate de imitar ese desorden con una serie de varillas y aunque el resultado final no es todo lo pulido y limpio que deseaba crear al principio, me resulta interesante la forma y textura que ha creado el propio hormigón en su forma más rugosa y arenosa.”
    Patricia Gude Stokes
    “Con este trabajo experimental sobre texturas en hormigón he sido capaz de conocer de forma practica la relación entre masa y espacio, y el funcionamiento del hormigón a la hora de absorber las más dispares formas y texturas permitiéndonos realizar diversas composiciones arquitectónicas. También he sufrido y aprendido la fuerza del hormigón y su resistencia limitada por el grosor de la pieza. Por otro lado he desarrollado el proceso de abstracción, que nos permite partiendo de la realidad, procesarla, mostrar lo invisible en ella, y producir una nueva realidad, ejercicio muy útil a la hora de crear arquitectura. Para mí este ejercicio ha sido una primera aproximación práctica al mundo arquitectónico y su proyección.”
    Fernando Rodríguez Llorente
    “Con el ejercicio del encofrado he podido comparar como el hormigón se adapta a todo tipo de texturas, sea la que sea y por muy pequeña que parezca una grieta, o una marca, el hormigón va a representarla, es decir, que el hormigón es capaz de tomar la forma que nosotros le demos, por lo que es un buen material para trabajar. También he aprendido, aunque no sea en mi ejercicio, que el hormigón tiene tensiones internas y que si no está bien equilibrado se rompe.”
    Nerea Jiménez Gómez
    “La figura de hormigón que quería conseguir era una composición de "edificios" cuadrados perfectos y lisos, pero en la figura final, me salieron unos bloques como si estuvieran partidos, fracturados, y se hubieran desplazado las plantas debido a las planchas del material que he usado, el poliestireno expandido. Esto no quiere decir que se haya partido la pieza, sino que es la sensación que da. Además no quedaron lisos porque la textura del material se marcó en el hormigón. Pero el balance de la experiencia ha sido positivo ya que he aprendido, al ser la primera vez que trabajaba con hormigón, que cuando se hace un encofrado el hormigón calca tal cual el vacío que se deje en él y he observado la dureza y la fuerza que tiene el hormigón. En definitiva, que la clave de una buena pieza de hormigón está en el encofrado que se haga.”
    Juan Antonio Algora Rodríguez

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  2. Esta experiencia, de pasar de una "simple" fotografía a lo que es el hormigonado de una pieza, ha sido, cuanto menos, nueva, para mí.

    ¿Qué conclusiones saco? La primoridal una, y hoy me he dado cuenta de ella, cuando pensaba: "Pues mi pieza ha quedado bastante bien, es como si fuera 'única'...": Pues hoy definitivamente me he dado cuénta de que no ha sido así. "No hay que ser original" y no lo he sido en parte, pues la Capilla Valleacerón que hemos visto en clase me ha impactado mucho al ver lo mucho que se parecía a mi trabajo (o más bien lo que yo me parecía al suyo). Así, como conclusión de ésto podría sacar que tengo que conocer la arquitectura ya hecha, y "tragármela" y saborearla para poder hacer una nueva arquitectura, porque no sé cuánto voy a llegar a parecerme a otra si quiero hacer una nueva.

    Otra conclusión que puedo sacar es que, aunque pareciera que iba a ser imposible, he hecho un enconfrado y una pieza en hormigón, ¡a partir de la fotografía un simple melón! Sé en parte y aunque sea de una manera básica "abstraer" y buscar y plasmar en hormigón lo que veía en mi cabeza, cosa que en un principio no pensaba que fuera capaz de llegar a hacer algo así.

    En definitiva, he aprendido (algo, aunque sea) y he disfrutado haciéndolo.

    Salvador Chulián García,
    alumno del Taller de Materia y Espacio.

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  3. Me ha parecido una bonita experiencia, el conocimiento de los materiales, en este caso el hormigón, a través de la práctica, la experimentación con la materia enseña más que cualquier clase teórica acerca del comportamiento del hormigón. A través de ese ensayo, he aprendido las posibilidades que tiene hormigón casi infinitas tanto de forma como de texturas, la compatibilidad con los diferentes elementos que configuran el encofrado; y que incluso aquellos ejercicios de los que no se obtuvo el resultado esperado pueden llegar a ser útiles o a mostrar cosas muy interesantes.
    Creo que dar la oportunidad a los alumnos de primero de "mancharse las manos" ya desde los primeros días aporta experiencia y en el futuro una más fácil comprensión del comportamiento de los materiales y el porqué es tan importante estudiar muy bien el proceso para llegar a un resultado satisfactorio.
    Carla Domínguez Pérez

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  4. Dar forma a una idea en tu mente es una labor simple y secilla; proyectar esa idea en un papel es una tarea algo más complicada; pero materializar esta proyección en el espacio, es algo que sólo se aprende a base de prueba y error.

    Sergio López Martín

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  5. ara dijo...
    Son principalmente tres las conclusiones que he sacado de este ejercicio. En primer lugar no es tan necesaria una idea genial inicial como un proceso, un proceso que implica ver, conocer, asimilar y analizar lo que otros han hecho antes, lo que cotidianamente nos rodea y lo surgido del propio proceso, con el objetivo de crear algo que partiendo de estas influencias se adapte al ejercicio planteado.
    En segundo lugar me ha interesado la toma de contacto con un material que en un principio parecía poco manejable y que ha resultado ser versátil, con infinidad de posibilidades, y esto es precisamente lo que más interesante me ha parecido: la variedad de propuestas tan distintas y validas al mismo tiempo, surgidas de trasfondos y sensibilidades muy diversas que se han dado a un mismo ejercicio.

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