jueves, 14 de octubre de 2010

EJERCICIO 2: DESENCOFRADO DE PIEZAS


El molde y la pieza. La textura elaborada en positivo y negativo. 


El material de encofrado, moldeable.
La forma impresa, la forma como resultado de una acción.
Encofrados rígidos, texturas geométricas.
La fragilidad de la pieza evidencia una falta de espesor necesario, un armado mínimo.

15 comentarios:

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  2. En cuanto a este primer contacto con el hormigón podría resaltar el hecho de que la experiencia no me ha parecido tan complicada como uno pudiera imaginársela, teniendo siempre en cuenta algunos factores determinantes a la hora del encofrado. La elección de un material adecuado para el encofrado es fundamental y determinará por completo el resultado final de la pieza, de esta manera materiales absorventes de agua y humedad son completamente inútiles para la experiencia. La elección en mi caso, de poliestireno expandido y madera sometida a un proceso de barnizado ha resultado por ofrecer un resultado satisfactorio a la hora del desencofrado, sólo encontrando algún problema en algunos restos de madera pegados al hormigón de facil eliminación con el uso de un destornillador. Otro factor importante a tener en cuenta será la rugosidad, por mínima que sea del material empleado para el encofrado, que en mi caso con el uso del poliestireno ha permitido la aparición de texturas lisas, que era lo que yo desde un principio buscaba en contraposición con la textura de los palos de madera y los arañazos sobre ciertos lugares de las piezas de poliestireno.

    Me ha parecido un trabajo interesante por ver la forma de adaptación del hormigón a diversas situaciones así como comprobar la capacidad de síntesis de las diferentes texturas que se pueden aplicar en el encofrado.

    Eduardo Navarro

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  3. Sin duda, con el ejercicio realizado, el cual comenzaba con la imagen de abstracción de la materia, hemos conseguido acercarnos, fijarnos y separar las cualidades del material del conjunto que forma. A su vez, comenzamos a proyectar nuestras percepciones de las abstracciones en el collage, llegando finalmente a la pieza de hormigón. Con la realización de esta última parte, principalmente hemos conocido la fuerza, peso, adherencia y manejo del hormigón. Además, la creación del encofrado nos ha hecho reflexionar sobre el modo de crear el espacio de manera “inversa” para el hormigón.

    Nuria Mercadé Megias (25)

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  4. Mi primer acercamiento al hormigón ha sido interesante; la pieza ha salido totalmente como marcaba el encofrado, el cual moldeé en forma y texturas (aunque no demasiado). Antes del vertido pensé que la pieza podría haberse roto, puesto que no tenía claro con qué grosor saldría la pieza (no la llené hasta el borde); pero finalmente quedó con el grosor justo para resistir al desencofrado. Como conclusión tras la correción, saco que nos encontraremos con situaciones en las que tendremos que renunciar a determinadas cosas, que no podemos abarcarlo todo; por lo que tendré que analizar bien las posibiladades para no acabar con algo demasiado cargado.

    Diana Lau

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  5. La verdad, es que no sé muy bien que he sacado en conclusión de está experiencia, quizás no sólo me remita a mi trabajo sino también al de mis compañeros para poder sacar mis conclusiones, pues también viendo sus trabajos he aprendido ciertas cosas.

    Algo que me parece muy interesante de este trabajo es ver como cada uno de nosotros nos fijamos en algo diferente a lo que hacer una foto, algo que nos llamó la atención, que nos interesó de alguna forma para trabajar sobre ello. En mi caso, una mesa de ordenador. Interesante es observar como cada uno consiguió abstraerse (algunos más y otros menos) para convertir la foto en algo distinto. E interesante también como de una manipulación de una foto o de la misma foto nos hemos inspirado para hacer un encofrado y una pieza con soluciones muy diferentes.

    De mi pieza la verdad es que el resultado no ha sido malo, es decir, la pieza ha acabado entera, tal como había pensado al hacer el encofrado, una de las conclusiones que he sacado es esa, que el hormigón puede adaptarse a lo que tu deseas hacer, si previamente lo plasmas en el encofrado como quieres que salga, y que toma la forma y textura que le des al encofrado, por lo que se puede “jugar” con él mucho. Y otra conclusión que saco, es que si vuelvo a utilizar arcilla para hacer un encofrado, lo trabajaré con varios días de antelación para que seque bien y poder barnizarlo y que así (en caso de que no toque picar la arcilla, como ha sido el caso esta vez) no se queden restos de arcilla en la pieza, que no he conseguido quitar del todo y que ha hecho que el hormigón absorbiese la arcilla quedando un color anaranjado, que ese resultado no me acaba de convencer.

    Viendo también las piezas de mis compañeros se pueden sacar en conclusión que hay que tener cuidado de que se utiliza y el grosor del material, ya que puede hacer que el hormigón quede débil en alguna zona y se rompa. Lo mismo puedo decir en cuanto al material que se queda incrustado en el hormigón, que para que no haya ese resultado, hay que fijarlas bien.

    Una última conclusión es que de una imagen que hemos conseguido abstraer en una foto, hemos llegado a una textura, una forma, que te hacen ver que si conseguimos ver la abstracción de las cosas que nos rodean, pueden aparecer en nosotros otras ideas que nos sirvan para crear otras cosas diferentes.

    Aurora Sanz Martín

    Alumna del taller de Materia y Espacio

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  6. El trabajo con la pieza de hormigón ha sido realmente fructífero, pues, en primer lugar, nos ha permitido conocer un material del que apenas sabíamos, y aprender cómo se trabaja y la multiplicidad de efectos y texturas que se pueden conseguir con él.

    Por otro lado, el ejercicio nos ha ayudado a dar nuestros primeros pasos en el mundo del proyecto, hasta ahora desconocido para nosotros, y éste pequeño acercamiento es fundamental para ganar un poco de experiencia de cara al resto de la carrera.

    En conclusión, éste primer “proyecto” ha sido muy beneficioso, ya que nos ha puesto en contacto con la verdadera arquitectura desde el primer día.

    Pablo Leñador Jiménez (33)

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  7. Durante la jornada de hormigonado fui de los primeros en rellenar de hormigón la caja con el encofrado y como no mezclamos muy bien gran parte del hormigón sólido se quedo en el fondo, así que igual el que usamos era demasiado fino. Lo malo de estar tan líquido, esque se coló por algunos huecos del encofrado que no contaba o que pensaba que estaban tapados y algunas partes no quedaron como esperaba. Por otra parte como el desencordado resultante guardaba con bastante calidad los detalles pequeños del encofrado que si quería que se apreciasen en el resultado final.

    Uno de los problemas al desencofrar fue que una esquina se rompió, y que el barniz, que no estaba suficientemente seco, se quedo adherido en algunas zonas del desencofrado, pero para la próxima vez ya he aprendido que las cosas hay que hacerlas con tiempo suficiente ya que puedo que surgir algún imprevisto y haya que rectificar algo.

    Guillermo Gómez de la Tassa

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  8. Belén Antonia García - Izquierdo Carmena. Grupo C

    Lo primero de todo debo decir que yo elegí mi pieza, como ya dije por el juego de luces y reflejos, teniendo la intención de demostrar que dos cosas siendo la misma no son iguales. Con esta idea inicial he desarrollado todo mi trabajo, las tres fases. Así en el segundo ejercicio busqué la diferenciación entre ambos lado buscando texturas con distintos materiales.
    Esta misma idea es la que he seguido en el encofrado de la pieza. Lo que he pretendido era mostrar que esas dos realidades, aun reflejando lo mismo, no eran iguales. Por ello decidí hacer un lado liso (el lado más grande) con una serie de montículos que atravesaran la pieza; y el otro lado (el lado pequeño) presentarlo rugoso o con texturas rugosas y también con un pequeño agujero pero que no atravesara, sino que fuera una forma más suave. Para conseguir el lado liso lo que planteé fue poner un acetato encima de la arcilla y lo que sucedió fue que el plástico no la dejó transpirar y no acabó de secarse y por tanto tampoco de pegarse al encofrado. En consecuencia, en los laterales de la pieza se ven una serie de pequeñas rugosidades.
    Con respecto a lo demás, el desencofrado fue fácil y el resultado que me ha dado la pieza ha sido satisfactorio porque creo que llega a mostrar la idea que se veía desde el inicio del ejercicio.

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  9. El ejercicio consistía en realizar un encofrado en una caja de dimensiones 20x30x5, teniendo el alumno total libertad para disponer en ella unos elementos elegidos por él mismo de forma tal que al verter el hormigón y tras dejar que se secara la pieza generada fuera una muestra de textura, orden, dibujo, composición, una mezcla de varias…
    Acostumbrados como estamos a tratar con los elementos de forma directa cuando creamos algo, interviniendo generalmente en la transformación de un material hasta lograr la forma deseada, no es fácil realizar el proceso de forma inversa, de tal forma que lo que nosotros creamos es el molde de la pieza y no la pieza en sí.
    Una vez desencofrada la pieza, nos damos cuenta de las posibilidades que ofrece el hormigón, pues se trata de una piedra artificial enormemente adaptable a cualquier superficie, tanto satinada como rugosa, adquiriendo esa característica también. A su vez, es necesario percatarse de que tanto en una estructura de hormigón, así como ocurre en las piezas realizadas, se requiere un grosor mínimo para que sea estable y no se fragmente. Con este fin, es posible ayudarse de una malla metálica, que colocada sobre el hormigón recién vertido facilita la unión de la pieza, y que en la construcción, cuando se emplea, da lugar a lo que se conoce como hormigón armado.
    Otro aspecto aprendido de la experiencia del encofrado es la fuerza que este material posee, siendo imposible en ocasiones separarlo de una madera o plástico una vez seco.
    De todo el proceso, en mi opinión, lo más interesante ha sido la toma de contacto por primera vez con este material tan empleado en arquitectura, una oportunidad poco comun para los estudiantes de primero de arquitectura, que fomenta el interes por proyectar y empezar a crear cosas, y que enseña que para ello no es necesario tener amplios conocimientos del tema, como era el caso. Esto es posible gracias a la versatilidad del material, que permite que solo sea necesario ponerse “manos a la obra” una vez conocidas sus características y a partir de ahí jugar con todas las variantes y posibilidades que ofrece.

    María Vitaller del Olmo.

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  10. Me ha parecido una bonita experiencia, el conocimiento de los materiales, en este caso el hormigón, a través de la práctica, la experimentación con la materia enseña más que cualquier clase teórica acerca del comportamiento del hormigón. A través de ese ensayo, he aprendido las posibilidades que tiene hormigón casi infinitas tanto de forma como de texturas, la compatibilidad con los diferentes elementos que configuran el encofrado; y que incluso aquellos ejercicios de los que no se obtuvo el resultado esperado pueden llegar a ser útiles o a mostrar cosas muy interesantes.
    Creo que dar la oportunidad a los alumnos de primero de "mancharse las manos" ya desde los primeros días aporta experiencia y en el futuro una más fácil comprensión del comportamiento de los materiales y el porqué es tan importante estudiar muy bien el proceso para llegar a un resultado satisfactorio.
    Carla Domínguez Pérez

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  11. Dar forma a una idea en tu mente es una labor simple y secilla; proyectar esa idea en un papel es una tarea algo más complicada; pero materializar esta proyección en el espacio, es algo que sólo se aprende a base de prueba y error.

    Sergio López Martín

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  12. Son principalmente tres las conclusiones que he sacado de este ejercicio. En primer lugar no es tan necesaria una idea genial inicial como un proceso, un proceso que implica ver, conocer, asimilar y analizar lo que otros han hecho antes, lo que cotidianamente nos rodea y lo surgido del propio proceso, con el objetivo de crear algo que partiendo de estas influencias se adapte al ejercicio planteado.
    En segundo lugar me ha interesado la toma de contacto con un material que en un principio parecía poco manejable y que ha resultado ser versátil, con infinidad de posibilidades, y esto es precisamente lo que más interesante me ha parecido: la variedad de propuestas tan distintas y validas al mismo tiempo, surgidas de trasfondos y sensibilidades muy diversas que se han dado a un mismo ejercicio.

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  13. Con este primer ejercicio, hemos podido aprender varias cosas que no son comunes en el primer curso de arquitectura. Una de ellas es la importancia del hormigón como material de construcción y sus propiedades, como se adapta al molde y los diferentes acabados. Con este taller hemos aprendido como funciona un material presente en casi todas las obras de arquitectura. El proceso de abstracción ha permitido llevar una foto al hormigón. Además, de alguna manera, este ejercicio ha sido una tarea previa a lo que serán los proyectos y que, en este caso, se ha llegado a materializar.

    Álvaro Hoyuelos Blanco, 50

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  14. En el ejercicio realizado anteriormente, basado en crear un encofrado para que luego fuera hormigonado, ha sido una actividad que me ha enseñado acerca de cómo actúa el hormigón sobre cualquier superficie y la fuerza y dureza que tiene sobre otros materiales. A la vez, es un material muy bueno para crear cualquier textura o forma sobre él, ya que su peso hace que al verterlo se integre en el resto de los materiales. En mi encofrado, realizado con un molde de arcilla barnizado posteriormente, he podido observar los mínimos detalles que se pueden quedar gravados sobre el hormigón, también que la base del hormigón al darle la vuelta tiene que ser lo bastante sólida para que no se parta, en mi caso no ocurrió esto, y además que los detalles muy pequeños o acabados en punta es muy fácil que se partan al quitar el molde.
    En conclusión, nos ha servido para iniciarnos en el mundo de la arquitectura tanto racional como directamente sobre los materiales, ya que este ejercicio ha sido nuestro primer contacto con la creación, aun que de forma un poco inconsciente.

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  15. Ana Sánchez Vasco

    Principalmente, de este ejercicio he asimilado el concepto de abstracción. He aprendido que es un concepto que como arquitectos debemos tener siempre en mente, y darnos cuenta de que se puede hacer una abstracción de todo lo que nos rodea y conseguir con ello cosas impresionantes. Al principio no comprendía bien lo que se debía hacer, era muy difícil mirar de otra forma la realidad que siempre había visto de la misma manera. Sin embargo, poco a poco he conseguido entenderlo y darme cuenta de la cantidad de cosas que se pueden llegar a ver, y que no había visto nunca antes.
    Además me ha sorprendido como un material que se considera tan tosco como el hormigón pueda ser capaz de aceptar tantas formas y texturas, y pueda producir tal cantidad de piezas totalmente distintas como nos resultaron en clase.
    Este ejercicio de encofrado nos ha servido también para tener nuestro primer contacto con la arquitectura, y está claro que es un ejercicio que sólo se consigue a base de intentarlo muchas veces y aprendiendo de los fracasos.

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